River Valley participó de curso de producción de frutillas en La Serena.

La frutilla (Fragaria chiloensis) es una fruta ampliamente demandada en el mercado interno. Últimamente se han creado nuevas variedades, y nuevos sistemas productivos como el cultivo “fuera de suelo” (tipo hidropónico) que la han transformado en un cultivo con un algo potencial de tecnificación y muy rentable.

La Agrícola Llahuen (www.llahuen.com) es una empresa 100% chilena que se dedica desde hace más de 50 años a la producción de frutillas de alta calidad, expendiendo sus fronteras productivas a países como Perú, México, Brasil y Argentina. Junto con el apoyo de INDAP, y empresas colaboradoras llevaron a cabo el curso “Actualización en el cultivo de Frutilla para la zona Norte” el día 18 de octubre donde participaron más de 120 agricultores, asesores, y funcionarios, con el objetivo de capacitarse en la producción de frutillas con manejos acordes a las condiciones de la Región de Coquimbo.

Dentro de los temas abordados se compartieron los manejos de riego, fertilización, control de plagas y enfermedades, entre otros. Uno de los problemas más comunes es la alta salinidad de los suelos y las aguas de riego en la región, que puede limitar significativamente la productividad. Dentro de las enfermedades, es el “oidio” el principal enemigo en nuestra región, del cual existen tratamientos principalmente preventivos, como lo es decidir un buen marco de plantación, y el tratamiento químico al generarse las condiciones predisponentes de la enfermedad.

La ventaja del cultivo de la frutilla en la región de Coquimbo “radica en la posibilidad de obtener producción en contra-estación y lograr primores. Tenemos ventajas de temperaturas, que son más estables que las zonas de más al norte”, asegura Benjamín Zschau, expositor principal del evento y jefe del Departamento Técnico de agricola Llahuen.

Otro aspecto que se consideró fue el cultivo “fuera de suelo”, el cual consiste en un sistema de camellones plastificados dispuestos sobre el suelo o en altura, elaborados a partir de materia vegetal inerte. Esta técnica es una especie de hidroponía dado que no se establece en el suelo, y requiere de estrategias totalmente distintas en comparación con el cultivo tradicional.

En conclusión, la frutilla se presenta como una excelente alternativa para lograr rentabilizar superficies pequeñas, y obtener un buen retorno por metro cubico de agua. “Es una oportunidad para mejorar la rentabilidad en poca superficie, lo cual hace más competitivos a los pequeños agricultores, y poder generar ingresos muchos meses del año”, afirma Benjamin Zschau.

Respecto de la inversión que se requiere para establecer huertos, ésta no deja de ser alta. Sin embargo, ésta inversión puede generarse con innovación e inversiones que son financiables.